Chistes de: Genios


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Nota: 3.17 / 4078
Eran tres hombres en una isla desierta, y de pronto se encuentran una lámpara mágica, y los tres hombres la frotan, de pronto sale el genio de la lámpara y les dice a los tres hombres que les va a conceder un deseo a cada uno, el primer hombre dice: Quisiera estar con mi familia y amigos. Y de pronto desaparece, el segundo hombre dice: Quisiera estar cerca de mi familia y amigos. Y de pronto desaparece y el tercero y el ultimo de los hombres dijo: Como echo de menos a mis amigos, quisiera que regresaran.
Por: Nidia - El Paso - Texas - Estados Unidos
rec.:16/nov/2004    pub.:23/jun/2006    Enviado:14/ago/2015


Nota: 2.85 / 3310
Un tipo se encuentra una lámpara, la limpia y de ella sale un genio diciéndole que está muy agradecido por haberlo liberado y que por consiguiente le concederá un deseo. El tipo le pregunta:
- ¿Lo que yo quiera?
El genio le contesta que sí y le dice:
- Lo que para mí es un segundo, para tí es una eternidad y lo que para mí es un centavo para tí es un billón de dólares.
Entonces el tipo dice:
- Dame un centavo.
Y el genio contesta:
- Si como no, esperate un segundo.
#1184 
Por: Francisco Rodriguez - San Fco. De Macorís - Duarte - República Dominicana
rec.:19/dic/1998    pub.:1/ene/2000    Enviado:28/mar/2013


Nota: 3.01 / 906
Había una vez un hombre que se encontró una lámpara mágica, entonces la frotó y salió un genio.
El genio dijo al hombre:
Yo te puedo conceder dos deseos.
Y el hombre le contestó:
Quiero, estar rodeado de muchas mujeres bonitas, al ver cumplido su deseo dice asombrado: ¡Me quiero morir!
Y el genio dice:
Concedido tu deseo.
#506 
Por: Mario - México - México
rec.:5/may/1998    pub.:1/ene/2000


Nota: 2.85 / 984
Un hombre entra en un bar con una boya bajo el brazo y una bolsa de plástico en la mano. Se dirige al camarero y le pide una copa. El camarero curioso le pregunta:
Oiga, ¿Me permite preguntarle que hace con esa boya?
Es que paseando por la playa me encontré esta bolsa de plástico, la abrí y ví una botella, la destapé y salió un genio que me concedió un deseo.
Venga hombre, que ya soy mayorcito para que me tome usted el pelo.
Que si, hombre, mire se lo demostraré.
El hombre saca la botella, la destapa y aparece un genio muy solemne que le dice al camarero:
¡Te concedo un deseo, pide lo que quieras!
El camarero casi sin contener la emoción exclama:
¡Quiero que me des un millón de perlas!
¡Concedido!
Y al instante el bar aparece lleno de velas encendidas.
El camarero atónito exclama:
¿Y para qué coño quiero yo un millón de velas?
A lo que el visitante contesta:
¿Y para qué quiero yo una boya de 25 centímetros?
#831 
Por: Jorge Henriquez López - Las Palmas De Gran Canaria - España
rec.:22/ago/1998    pub.:1/ene/2000


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